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Dra. María del Mar Ferré Rodríguez · Col. 35.398
jorgeferre.com

TDA Y TDAH: TRASTORNO POR DÉFICIT DE ATENCIÓN E HIPERACTIVIDAD

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El trastorno de atención con o sin hiperactividad (TDA y TDAH) es cada día más frecuente en las aulas.

Los trastornos de la atención afectan, la mayoría de las veces, al rendimiento y aprendizaje escolar y también tienen repercusiones en la autoestima del niño, la dinámica familiar y la adaptación escolar y social.

Aunque cada día son más los casos que se diagnostican, no siempre podemos hablar de TDAH primario o idiopático (de causa desconocida). Son muchos los factores que pueden provocar este tipo de alteraciones y es necesario descubrir cuál o cuáles son las causas que lo han provocado para poder aportar tratamientos más allá de los puramente sintomáticos.

 

No todos los niños diagnosticados de TDA-H son hiperactivos, hay niños en los que predomina la tendencia a la desatención o a estar en su mundo.

Si en todos los casos es muy importante la historia clínica, en los casos de TDA-H, resulta fundamental. El diagnóstico no debe basarse únicamente en las respuestas que dan los padres y educadores en unos cuestionarios.

Las respuestas respecto a la inquietud, tendencia a la aceleración, exceso de actividad motriz, dificultad para respetar reglas y turnos, desatención, tendencia a estar en su mundo, etc.  pueden ser afirmativas en muchos ítems, pero debemos ir más allá, intentar averiguar si existen causas que estén desencadenando estas respuestas para poder tratarlas.

Nuestro objetivo es ir más allá de un tratamiento sintomático con medicación siempre que sea posible, se han de tratar las causas. Consideramos que los tratamientos medicamentosos sintomáticos deberían ser el último recurso.

En la práctica clínica, son frecuentes las siguientes posibles causas:

  • Causas físico-biológicas: otitis repetitivas, parásitos intestinales, dermatitis, bronquitis, trastornos del sueño y un largo etc.
  • Causas psicomotrices y organización lateral: alteraciones en el desarrollo, como pueden ser la ausencia de gateo o la deambulación precoz, que pueden provocar, posteriormente, alteraciones en la organización neurofuncional o alteraciones en la organización de la lateralidad.
  • Causas sensoriales visuales y auditivas: afectan el procesamiento auditivo y visual, que son las dos rutas fundamentales de entrada de la información al cerebro y nos permiten el contacto con el exterior.
  • Dificultades de aprendizaje y fracaso escolar: alteraciones en la organización neurofuncional o lateral pueden dificultar la adquisición de la lectoescritura, dificultar la integración de procesos matemáticos, lógicos y secuenciales.
  • Causas emocionales y traumas: desde problemas de gestación en la primera infancia a problemas en el entrono escolar y/o familiar con mención especial a los casos de adopción.
  • Exceso de estimulación: a veces nos olvidamos de que la biología nos regala la capacidad de excitación, mientras que la capacidad de inhibición hay que aprenderla. Por tanto adquiere especial importancia la integración del ritmo y capacidad de inhibición y control.

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Estas situaciones requieren planteamientos y terapias muy distintos.
En algunos casos, es necesario realizar un diagnóstico diferencial con los SEPTI (síndrome de estrés postraumático de la infancia).

Pueden ampliar información en el apartado de artículos o en los siguientes links de Youtube:
https://www.youtube.com/watch?v=k-vRmDeRark
https://www.youtube.com/watch?v=11xk2Tq_ZJc
https://www.youtube.com/watch?v=TFFQ7C48tm4
https://www.youtube.com/watch?v=3jyX8-y6ZdI
https://www.youtube.com/watch?v=j5c2rNhwrIQ